¡Hola a todos! Hoy vamos a hablar de un tema que afecta a muchas personas: las varices. Más del 30% de la población adulta las sufre, siendo las mujeres las más afectadas. Las varices no solo son molestas y antiestéticas, sino que también pueden perjudicar nuestra calidad de vida. Vamos a ver qué son, por qué se desarrollan y cómo tratarlas de manera eficaz.
¿Qué son las varices?
Las varices son venas superficiales dilatadas y retorcidas. Estas se encuentran principalmente en las piernas y los pies como consecuencia de la insuficiencia venosa. En términos simples, las venas no pueden empujar toda la sangre de vuelta al corazón, causando su acumulación y ensanchamiento de estas venas.
- Color rosado o morado
- Posible relieve en casos graves
- Dolor y pesadez
- Hinchazón de piernas y tobillos
- Picazón y ardor
Estos síntomas no son nada agradables y pueden empeorar si no se tratan adecuadamente. Las varices pueden derivar en problemas más serios como úlceras venosas, tromboflebitis superficial y otros problemas circulatorios.
¿Por qué tenemos varices?
Las varices son causadas por problemas en el retorno venoso. A continuación, veremos algunos de los factores más comunes:
- Factores genéticos: Si hay antecedentes familiares de varices, es probable que tú también las desarrolles.
- Alteraciones hormonales: Las mujeres son más susceptibles debido a cambios hormonales durante el embarazo y la menopausia.
- Estilo de vida: La falta de actividad física y pasar mucho tiempo sentado o de pie puede aumentar el riesgo.
Mujeres, en particular, son más propensas a desarrollar varices debido a los niveles de progesterona y estrógenos que afectan el tono y la elasticidad de las venas.
Remedios y tratamientos para varices
Hay varias maneras de tratar las varices, desde cambios en el estilo de vida hasta tratamientos médicos.
Pérdida de peso
Perder peso es crucial si sufres de sobrepeso u obesidad. El exceso de peso corporal genera presión extra sobre las venas de las piernas, dificultando el retorno venoso.
- Adoptar un déficit calórico: consumir menos calorías de las que gastas.
- Aumentar la actividad física diaria.
Entrenamiento de fuerza
El entrenamiento de fuerza mejora significativamente la circulación sanguínea. Cuando los músculos se contraen, ayudan a empujar la sangre de vuelta al corazón.
- Entrenar al menos 3 veces por semana.
- 30 minutos por sesión de entreno efectivo.
Mantente activo
Evita las posturas mantenidas en el tiempo.
- Si trabajas de pie, intenta moverte o cambiar de postura.
- Si trabajas sentado, levántate cada cierto tiempo.
Alimentación saludable
Una buena alimentación es clave para mantener un peso adecuado y reducir la retención de líquidos.
- Beber de 2 a 3 litros de agua al día.
- Reducir el consumo de sodio.
- Aumentar alimentos ricos en potasio: plátano, aguacate, espinacas y patata.
Suplementos
Existen varios suplementos que, según la evidencia científica, pueden mejorar las varices:
- Diosmina y hesperidina: Flavonoides con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Dosis: 500 a 1000 mg de diosmina y 100 a 300 mg de hesperidina.
- Extracto de semilla de castaño de indias: Fortalece las paredes de los vasos sanguíneos. Dosis: 250 a 500 mg dos veces al día.
- Extracto de vid roja: Propiedades antioxidantes y mejora la circulación. Dosis: 150 a 300 mg al día.
Tratamientos médicos
Aunque los cambios en el estilo de vida y los suplementos pueden ayudar mucho, a veces es necesario recurrir a tratamientos médicos:
- Crioterapia: Aplicación de frío para reducir el hinchazón.
- Escleroterapia: Inyección de un líquido que colapsa y sella la vena.
- Terapias con láser: Calor del láser directamente sobre la vena.
- Flebectomía: Extirpación de la vena afectada mediante microincisiones.
Antes de realizar cualquier intervención, siempre es recomendable consultar a tu médico.
Si te interesa mejorar tu salud y aprender más sobre el cuidado de las varices, visita nuestra página y no te pierdas nuestros artículos sobre salud y bienestar. ¡Hasta la próxima!